¿Qué podemos hacer en invierno en la Costa Brava?
¡Qué error tan grave sería pensar que la Costa Brava es solo un destino de verano! Y qué lástima que os perdierais todos sus encantos no solo en primavera y otoño, sino también durante el invierno. Pues sí, cuando los días se acortan y el frío empieza a sentirse intensamente, este paraíso natural que va desde Blanes hasta la punta más oriental del Cap de Creus es aún más acogedor. Y más limpio, más claro, más abierto, más misterioso... ¡más vuestro! Y es que la Costa Brava tiene tantos encantos que puede permitirse el lujo de mantener algunos escondidos durante el verano, y reservarlos para quienes, como vosotros, sabéis apreciar los detalles que la hacen única también en el invierno.
Mercados de Navidad en la Costa Brava
Cerca de aquellas playas que hace pocos meses nos ofrecían largas jornadas de sol y baño, en varios pueblos de la Costa Brava se organizan mercados de Navidad, con toda la magia de estas fechas tan especiales. Es un contraste que vale la pena descubrir, la llegada del color y los sonidos típicamente navideños en un destino turístico que habitualmente relacionamos con el verano y el buen tiempo. Uno de los mercados navideños más destacados es el de Castell-Platja d'Aro. Los días 11 y 12 de diciembre en la plaza dels Estanys, durante todo el día, encontraréis mercado de artesanos y los más variados puestos de productos navideños, para ir haciendo boca por estas Fiestas. Y los más pequeños podrán conocer a unos singulares personajes que solo aparecen por estas fechas, además de poder escribir la carta de regalos y deseos y darla personalmente a Papá Noel.
Para completar una genial escapada navideña os podéis alojar en el Hotel Costa Brava, en el mismo municipio, un establecimiento ideal para vuestras vacaciones, y con una cocina excepcional que os hará saborear lo mejor de la cocina mediterránea.
Y para hacer que esta previa de la Navidad en Platja d'Aro sea inolvidable también tenéis el Park Hotel San Jorge, situado en un punto elevado y privilegiado sobre el mar, y que también os servirá de punto de inicio de un montón de actividades por el área del Baix Empordà.
Un paseo por los Aiguamolls de Pals
Con sus infinitas playas de arena fina, y con las Islas Medas siempre presentes, Pals es una de esas villas que se transforma completamente cuando llega el invierno, ofreciendo su cara más sosegada y relajante. Uno de los espacios naturales que debéis conocer son los Aiguamolls de Pals, y para ello os proponemos una ruta circular que os llevará a pasear junto a los arrozales, un paisaje auténtico y genuino de este lugar de la Costa Brava. Saldremos del núcleo de Pals hasta las Basses d'en Coll, disfrutando de la fauna y la flora características de la zona de los humedales y de las construcciones más típicas del cultivo de arroz, como el mas Gelabert y el molino de Pals.
Y terminado el paseo, con las últimas luces del día y con ganas de una buena cena y un mejor reposo, en Torroella de Montgrí encontraréis el Hotel Picasso, junto a los Aiguamolls. Un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza y cuidar vuestra salud, en un ambiente agradable y muy familiar.
Los mejores museos de la Costa Brava
Los meses de invierno también son una excelente oportunidad para conocer algunos de los principales museos que albergan varias poblaciones de la Costa Brava, que son una viva muestra de la gran riqueza cultural de este territorio. Si queréis dejar que el arte os sorprenda id sacando entradas para visitar el Museo Dalí en Figueres, el espacio Carmen Thyssen en Sant Feliu de Guíxols, el Museo de la Pesca de Palamós, el Museo del Corcho en Palafrugell, el Museo de Arqueología de Catalunya con sede en Empúries o el Museo del Mar de Lloret de Mar. Aparte de las interesantes colecciones permanentes que acogen, periódicamente exponen muestras temporales que no podéis desperdiciar. Ya sabéis que combinar una actividad al aire libre con una visita a un museo es sinónimo de jornada redonda, y si la completáis con la estancia en alguno de los hoteles de Costa Brava Hotels entonces el resultado ya es inmejorable. Como en el Hotel Peralada Wine Spa & Golf, un hotel exclusivo en plena naturaleza en Peralada y que os será fuente de inspiración para una escapada cultural este invierno.
Y también tenéis el Hotel Torremirona Golf & Spa Resort, un complejo de ocio y turismo situado en Navata donde aparte de vivir una estancia excepcional podréis jugar al golf, disfrutar del centro de spa y dar paseos por sus extensos jardines.
Los caminos de ronda más emblemáticos en una Costa Brava invernal
Una de las actividades más agradecidas de hacer al aire libre en esta época es un buen paseo aprovechando las horas con más luz, y la Costa Brava está llena de caminos de ronda que podéis descubrir por tramos, disfrutando de una salida activa y siempre acompañados de un paisaje de tranquilidad y paz, con una multitud de playas y calas casi desiertas que tendréis continuamente a vuestros pies.
Uno de los tramos que os recomendamos es el de Calella a Llafranc, un recorrido que podéis hacer en los dos sentidos, bordeando la costa muy cerca del mar y que no es nada largo, ideal para hacerlo de ida y vuelta en una mañana de invierno o a primera hora de la tarde. Os podéis alojar en el Hotel Casamar, en Llafranc, pequeñito y muy acogedor, con unas vistas únicas sobre la playa y el espigón de Llafranc. Durante el paseo disfrutaréis del contraste del verde de los pinos y el azul del mar, en una época en la que la clara luz que viene del Mediterráneo es extraordinaria.
También podéis apostar por el Hotel Oma Boutique en Sant Feliu de Guíxols, y hacer el camino de ronda que va hasta S'Agaró, un trayecto corto y sinuoso de unos dos kilómetros, que haréis mientras disfrutáis del mar y de un paisaje de pinares y matorrales. El Hotel está en el centro de la población de Sant Feliu, de ambiente familiar y donde encontraréis una cuidada atención y excelencia en el servicio. A lo largo del recorrido iréis encontrando diferentes casas señoriales, construidas por los primeros veraneantes de la Costa Brava, y que dan una pincelada pintoresca a los diferentes rincones que distinguen este camino de ronda. Y en medio de la bahía de Sant Pol, en Sant Feliu, se encuentra el Hotel Sant Pol, con un encanto especial y muy cerca de otras propuestas de turismo activo como las Vías Verdes y la Vía Ferrada de la Cala del Molí de Sant Feliu.
Y llegados a S´Agaró, y situado en la exclusiva e idílica bahía, tenéis el Hotel S´Agaró Wellness & Spa, con exteriores ajardinados, un referente en tratamientos estéticos y de bienestar.
Otro camino de ronda excepcional es el que une la playa de la Fosca, en Palamós, hasta la playa Castell, de las pocas que quedan sin urbanizar, pasando por la pintoresca cala S'Alguer. Os fascinarán sus antiguas barracas de pescadores con las puertas de colores, en una cala donde el tiempo se detiene. Y llegados a la playa Castell, podéis dar media vuelta y volver o animaros a seguir hacia Calella, siguiendo el revirado camino y con el descubrimiento de varias pequeñas calas que en esta época serán prácticamente para vosotros solos. Y para esta propuesta tened en cuenta el Hotel Àncora, en Palamós, junto a la playa de la Fosca, renovado y moderno y con una selecta cocina internacional y regional.
Fotos: Ajuntament Platja d’Aro y Archivo de imágenes PTCBG.