Redescubriendo Girona, la Cerdanya y el Ripollès en bicicleta
El paisaje de Girona y su entorno natural, así como la llanura de Osona parecen diseñados para disfrutarlos todo el año, con un ritmo pausado que invite a saborear cada uno de sus rincones. La bicicleta es, sin duda, uno de los mejores aliados a la hora de descubrir un territorio que os emocionará a medida que lo recorráis, ya sea con tiradas cortas de reconocimiento o sencillos paseos en bici, como a través de largas salidas que agradecerán, al final del camino, el reposo de un buen alojamiento como los que ofrece Grans Hotels de Catalunya.
La gran flexibilidad de las Vías Verdes
Desde Girona las posibilidades de descubrimiento de la zona son múltiples. Tenéis un buen tramo de la Vía Verde a vuestro alcance, que de una manera segura y poco transitada os dirigirá hacia la Garrotxa, si vais hacia el norte, o hacia Sant Feliu de Guíxols si cogéis el tramo en ligero descenso hasta la Costa Brava. Son antiguos trazados del ferrocarril, hoy reconvertidos en caminos de tierra compactada y que os permitirán hacer los kilómetros que os apetezcan, con parada en varios municipios y descubriendo tradiciones y aspectos culturales de estos pequeños pueblos.
Para alojaros os recomendamos dos hoteles en la misma capital gerundense, el Hotel Carlemany, situado en el Eixample de la ciudad, o el Hotel Peninsular, en el corazón del casco antiguo de Girona.
La subida a Rocacorba o al Santuario del Mont
Ambos establecimientos cuentan con servicios específicos para ciclistas, y si sois más de bicicleta de carretera desde aquí podréis iniciar dos de las rutas preferidas por los aficionados, y también por los ciclistas profesionales que han hecho de Girona su base de entrenamientos durante buena parte del año. Os hablamos de la ascensión a Rocacorba y la subida al santuario del Mont. La primera se trata de una escalada de 880 metros de desnivel con casi 14 kilómetros de subida desde Banyoles, con una segunda parte de ascensión bastante exigente. Una vez llegados arriba, el regalo para vuestra vista no tiene precio.
Y el del santuario del Mont es otro reto para los ciclistas, que deberán ir hasta Banyoles y seguir hacia Crespià, desde donde se inicia la subida de 19 kilómetros y casi mil metros de desnivel. La cima que os espera es un espectacular balcón natural que os hará contemplar desde el Mediterráneo y las Islas Medas hasta las cimas ya un poco nevadas del Pirineo.
Descubrir la Cerdanya y el Ripollès a golpe de pedales
Otro territorio muy apropiado para descubrir en bicicleta es la Cerdanya, una zona que siempre apetece visitar. Haced parada en el Hotel del Prado de Puigcerdà, y disfrutad de una sencilla salida en bici que os permitirá conocer el entorno natural de la capital ceretana, a lomo de la bicicleta. Se trata de una ruta de 17 kilómetros que se puede hacer tranquilamente en un par de horas, saliendo de la estación de tren de Puigcerdà, y que es apta para todo el mundo, incluso para los poco iniciados en el ciclismo. Seguiremos la ruta marcada del GR 11 hasta llega a Vilallobent, y a partir de ahí tened en cuenta las señales verticales que os guiarán el resto de la salida. Pasaréis por Fontanals de Cerdanya y Bolvir, antes de volver a hacer entrada en Puigcerdà, disfrutando de un entorno rural y sorprendentemente silencioso.
Vamos ahora hasta el Ripollès, desde donde nos llega la propuesta de conocer los rincones de esta comarca de montaña a partir de la ruta del Remei, con salida desde Ripoll. Se trata de un itinerario corto y de poca dificultad, de unos 7 kilómetros. Saldremos de Can Guetes, y una primera parte de subida muy suave nos llevará hasta el Puente de Calatrava por el paseo paralelo al río Ter, enlazando con el camino de Agafallops para llegar a una pista pavimentada que nos llevará hasta la ermita del Remei. Y a partir de ahí, se inicia la vuelta en descenso por una pista forestal hasta el núcleo de Ripoll, donde volveremos al mismo punto de inicio. Y ya que estamos, os recomendamos una visita al Monasterio de Santa María de Ripoll, el Scriptorium y la Farga Palau, en un entorno incomparable flanqueado por los ríos Ter y Freser.
Para alojaros contáis con el confort del Hotel Calitxó, de Molló o el Hotel Grèvol de Llanars, y otras buenas opciones para disfrutar de los encantos de la comarca y conocer lugares donde también encontraréis múltiples propuestas para descubrir con la bicicleta son el Hotel la Coma de Setcases y el Hotel Els Caçadors de Ribes de Freser.
Fotos: Tristan Cardew, Jase Wilson, Maria Geli, Pilar Planagumà, Àlex Gosteli, Archivo de Imágenes PTCBG.