Los mejores hoteles para introducirse en el enoturismo
Nos encontramos en la época del año más fascinante para los amantes del vino. Bueno, si para vosotros es un mundo desconocido también tenéis la oportunidad de conocer de cerca la vendimia, uno de los episodios más generosos de nuestra cultura, un ritual que es patrimonio de generaciones y generaciones de viticultores de todo el país, que ponen a vuestra disposición la experiencia de conocer en primera persona el proceso de elaboración del vino. El impacto de la pandemia no ha impedido que las bodegas siguieran con sus producciones, y durante los meses de confinamiento los viñedos han seguido en silencio su curso, ahora están esplendorosos, y esperando que comience la recogida de la uva. Algunas de las medidas que han tomado algunos productores son el fomento de las variedades autóctonas, y en el caso de la DO Empordà han apostado por garnachas y cariñenas. Un rasgo diferencial de esta denominación de origen es la cariñena blanca, una variedad muy singular y que ahora se quiere fortalecer.
Así que vamos hacia el Alt Empordà, que ofrece unos paisajes de viñedos espectaculares. Encontraremos múltiples fórmulas de visita, cata de vinos y alojamientos que nos permitirán conocer de cerca esta tradición que tiene sus orígenes en los agricultores y enólogos de la zona y que ahora se ha ido convirtiendo en una actividad enoturística de primer orden, hasta el punto de que muchas bodegas, por familiares que sean, se han adaptado para compartir con sus visitantes una de las épocas más extraordinarias del ciclo natural del sector del vino. Os invitamos a conocer algunos de los secretos escondidos entre viñedos, a pasear entre cepas y entusiasmarse con los colores de otoño que inundan los paisajes, a ver el proceso de elaboración del vino, a oler la madera de las barricas, y a conocer unos profesionales que os contagiarán su pasión.
Podemos empezar en Cantallops, en el Hotel Can Xiquet, donde podréis degustar la cata de placeres de la Albera, una propuesta que consiste en un recorrido para conocer la singularidad del Paraje Natural de la Albera a través de viñedos, vinos y gastronomía. Desde el mismo hotel encontraréis la propuesta de enoturismo, que incluye una noche en habitación con desayuno y cena incluida para dos personas, con visita a la Bodega Masía Serra, situada en el mismo municipio de Cantallops. En todo su entorno natural podréis observar cómo alrededor de las viñas crecen también otras especies vegetales, que participan en la configuración aromática de los vinos elaborados con su uva.
En la misma comarca, en Maçanet de Cabrenys, tenemos el Hotel Els Caçadors de Maçanet, que también es un punto de partida idóneo para conocer de cerca el camino del Vino del Empordà, una ruta imprescindible para descubrir y conocer bodegas, paisajes y vinos de la DO Empordà. Podéis adaptaros el recorrido y seguir a vuestro aire la zona con más densidad de viñedos, y llena de bodegas elaboradoras visitables y con actividades de cata de vinos.
Su proximidad con Girona permite que establecimientos como el Hotel Carlemany o el Hotel Peninsular sean también una excelente apuesta para disfrutar del enoturismo en el Alt Empordà, y visitar una bodega de espíritu innovador como La Vinyeta. Allí podréis pasear entre las cepas que inician el proceso de elaboración de sus tres principales vinos: Heus (blanco, negro y rosado), Llavors (negro) y Puntiapart (negro). Son las tres marcas de la DO Empordà que explican simbólicamente la historia de esta bodega, y donde podréis hacer una visita guiada y degustación de vinos.
Y vamos ahora hacia el Bages, donde no os podéis perder la propuesta del Hotel Ramon Park, en una de las tierras con más tradición vitivinícola. Acompañadnos a descubrir cuál es el proceso de elaboración del vino en las bodegas de la DO Pla de Bages, andando entre sus viñedos y degustando sus mejores vinos.
Para conocer de cerca el origen de su devoción por el mundo de la uva y de la producción de vino os proponemos un paseo por la Ruta de las Tinas. Cuando hace 150 años la comarca del Bages estaba prácticamente tapizada de viñedos, la lejanía, las dificultades, los riesgos y el coste adicional de transportar la vendimia hasta los caseríos provocaron que se construyeran las tinas en las propias viñas. Acercaros hasta el valle del Flequer, donde un sencillo recorrido circular y con escasos desniveles os permitirá descubrir unas construcciones espectaculares. También por toda la comarca encontraréis diferentes itinerarios de piedra seca, que os harán descubrir un interesante conjunto de antiguas barracas y paredes de piedra seca que son testigos de la ocupación de la viña en todo la zona.
Sea donde sea, en el Empordà o el Bages, este otoño tenéis una oportunidad única para descubrir, con toda la seguridad que requiere la época actual, una de las tradiciones milenarias mejor conservadas y sabidas llevar, manteniendo el equilibrio entre la tradición y la excelencia en la producción de vinos.
Y pensad que cada vez que elegís un vino de una bodega que cuida del paisaje, estáis decidiendo que precisamente lo que deseáis es, aparte de degustar un producto exquisito, conservar aquel paisaje.
Fotos: Joan Diví, Xènia Gasull, Roger Lleixà, Archivo de imágenes PTCBG